Buenos amigos
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
- T+
- T-
Padre Hugo Tagle
Somos un pueblo de pocos amigos. Todos los estudios que hablan de la idiosincrasia de los naciones ubican a Chile como una de las más desconfiadas. Y de pocos amigos. En efecto, un estudio de Adimark-UC de hace unos años habla de que han disminuido la cantidad de amistades entre los chilenos. Ante la pregunta “¿Cuántos buenos amigos tiene?”, la cifra bajó de algo más de cuatro a dos.
Nos hemos vuelto no sólo más desconfiados, sino que nos hemos aislado. Más de uno dirá que tiene “cientos de amigos”. Las redes nos regalan esa ilusión. Pero es falsa. Lo sabemos. Preferimos convivir con esa triste realidad antes que enfrentarla de forma honesta. No es sencillo tener amigos. Es un arte cultivarlos. La amistad, profunda, sincera y honesta, es clave para un buen desarrollo humano.
Por de pronto, buscar no sólo tener relaciones cordiales en el trabajo, sino que construir buenas amistades. Darse el tiempo para saber del otro, de sus intereses, anhelos, sufrimientos y proyectos. Personas que han cambiado de trabajo me han comentado, tristes, que tras un tiempo ellos mismos apenas se acuerdan de las personas con quienes trabajaron. Y lo lamentan. Y al revés. Personas que dejaron su lugar de trabajo y, a la semana, nadie se acuerda de ellas. Nadie es imprescindible, es cierto. Pero es triste ver cuán rápido se puede reemplazar a muchos. Algunos se excusan en lo desmemoriados que son. Pero es sólo eso: una triste excusa.
“La verdadera amistad es como la salud: No sabes lo importante y lo valiosa que es, hasta que la pierdes”. La soledad de muchos ancianos en Chile da cuenta de la falta de cultivo de la amistad. No es reprochable a ellos. Es el síntoma de una larga carencia que se manifiesta más crudamente en el ocaso de la vida. “Mi patria son los amigos”, dice el escritor Bryce Echenique. Y tiene razón. Quien tiene amigos, siempre tiene hogar. Somos en parte lo que han hecho nuestros amigos de nosotros.
Y estamos hablando de un tema clave para el desarrollo profesional y personal. “La amistad no tiene un valor de supervivencia, sino más bien es una de las cosas que da valor a la supervivencia”, dice el autor inglés C.S. Lewis. En efecto, la amistad y su cultivo tienen que ver con el desarrollo de la persona en su integridad. ¿Soy yo buen amigo? Llegada una cierta edad, la pregunta no es tanto si uno es feliz, sino más bien si hemos sabido hacer felices a quienes nos rodean. Y si hemos sabido ser fieles y buenos amigos. Una buena pregunta para este mes de la patria. Feliz septiembre.